Hola Amigos, venia pensando que suerte tengo de haber entrado en el mundillo del Trail Running, porque me permite vivir sensaciones únicas dentro y fuera de la carrera, porque me ha permitido conocer a los mejores, porque me permite conocer lugares que no habría conocido por mí solo, porque ……… y que suerte tengo de poder tener este mi pequeño rincón para poder expresarle al resto del mundo mis sensaciones, vivencias y emociones.

Este fin de semana nos embarcamos hacia el Basque Country o País Vasco a intentar una de las pruebas más difíciles del momento en un entorno natural absolutamente espectacular. Lo hacíamos con sensaciones encontradas, por un lado tenía el placer de ir en medio de un grupo espectacular con Javi al mando y su intento de abordar una prueba salvaje (ehunmilak 100 millas vascas), con Rodrigo (para mí ha cumplido la definición exacta de top), Ceci (un encanto con una sonrisa pegada a su cara) sus chicos que lo llevan ya en vena, Nacho (nos hacía falta este finde, pero se ha quedado corto) y como no Alberto que sigue sin tener techo en su afán por hacerme más feliz con su comportamiento, Pero tenía dos ausencias fundamentales, Isa (estuviste muy muy presente porque siempre lo estas y lo estarás) y Fer (eres más importante de lo que te piensas, te echamos de menos dentro y fuera, no puedes faltar más).

Y así partimos con la certeza de pasar un gran fin de semana, de vivir por dentro una prueba mítica, de sufrir la autoridad de las montañas vascas, de llenar nuestro depósito de sensaciones y vivencias que solo me lo da este mundillo.

En el primer día ya comprobamos casi todo, desde la extremada belleza del lugar (compartiré algunas fotos, pero es para vivirlo), hasta la dimensión de una prueba que cuenta con la friolera de 1.500 voluntarios para 1.200 corredores (si lo he escrito muy bien, 1500 voluntarios), pasando por la constatación de la dureza de un terreno que es un constante sube y baja a montañas infinitas en las que solo su belleza entretiene tu cabeza para no pensar en lo que se te viene encima. Beasain está volcada con su carrera y durante los tres días que estuvimos nos sentimos como en casa, que pasada!!!!

Así partió Javi el viernes con ilusión, no menos que la nuestra, de vivir hasta donde su cuerpo le permitiese esta aventura. Mientras nosotros fuimos a esperarle a cada avituallamiento para llenar su mochila de energía y sensaciones que le
propiciasen algún kilómetro más de aventura. Y fue pasando kilómetros y nosotros con él, hasta que el rigor de un crono muy inflexible le retiró de la prueba cuando llevaba más de 90 kilómetros y más de 6000 metros de desnivel (una pasada).
Javi aparte de amigo y preparador, es de las personas más constantes, obstinadas y perseverantes que he podido ver cuando un reto deportivo se le pone en medio. Tiene una cabeza muy privilegiada que manda sobre su cuerpo hasta límites insospechados y que irradia un positivismo insultante. Cada avituallamiento nos dedicaba su sonrisa y os puedo decir que Javi ha disfrutado como no le había visto antes de esta carrera. Me quito el sombrero.

 

 

Y llegó el domingo y por fuerza del destino me enfrentaba a mi primera carrera importante en solitario (Fer, Lalo y Espi no volváis a dejarme solo que la lío), pero me lleve la sorpresa de contar con Rodrigo a mi lado y os voy a hablar de el porque me apetece y mucho. . En mi definición mental de top del deporte siempre he considerado aquel que teniendo un rendimiento de alto nivel dentro de la competición lo complementaba siendo un top en su comportamiento en otros aspectos de la misma. Desde el domingo a Rodrigo lo elevo al nivel de top, pues conocía su faceta dentro de la competición por todo lo que ha conseguido, pero me demostró que también es un top en comportamiento. No dejó que corriera solo, se puso a mi lado, me animo, me impartió un master acelerado de cómo se tiene que correr, me ayudo, me mimó, cuando peor estaba me llevo en volandas y mi abandono me dio mucha rabia más por él y por el empeño que le puso que por mí. Rodrigo se convirtió en un gregario de auténtico lujo y se portó como solo los TOP sabrían comportarse, muchas gracias, tengo la cabeza muy grande para guardar muchos recuerdos y este estará en al cofre de los mejores Rodrigo cumplio con lo que me habían contado en casa

Enfrentarte a una maratón de montaña de estas características no es fácil (sería imposible hace más de un año), pero tenía la confianza que con mucho sufrimiento lograría entrar en una meta espectacular y le podría dedicar mi finisher a dos amig@s que por una cuestión u otra lo están pasando mal y a quien me acompaña en mi día a día que por cuestiones
laborales no pudo acompañarme y sufrió más que cualquier corredor. Pero no pudo ser tuve que enfrentarme a mi primer abandono por culpa de una deshidratación, por la humedad y por el rigor del terreno y del corno de una prueba que no perdona ni un minuto de relajación. A partir de ahí dos minutos de decepción por no cumplir mi meta de ser finisher, aunque sea el último, porque ese último kilómetro de pruebas como la del domingo genera recuerdos y sensaciones para toda la vida, pero pasados los dos minutos me dispuse a volver a disfrutar del entorno del fin de semana, de la compañía y de mi  vida.

 

Dicen que una retirada es el primer paso para mejorar, para terminar la siguiente, para aprender, para elevar tu nivel de esfuerzo, para ser mejor, yo lo probé el domingo y os puedo decir que me ha puesto las pilas hasta límites no terrenales. Como no tengo grandes facultades para este deporte, solo me queda trabajar más que antes y eso es lo que estoy y voy a hacer para volver a disfrutar de ese último kilómetro en lugares tan míticos como Maramurumendi.

Desde hoy mismo mi mente puesta en nuestra próxima parada maratón Pirineos, aunque antes no le dije adiós a Maramurumendi y si un hasta luego porque volveré para cruzar la meta y hacer las dedicatorias que deje pendiente este año porque #RENDIRSENOESUNAOPCION.

Gracias por estar aquí y ya sabéis #SONRI3

#LAVIDAMOLA